Rosanna Costa: ¿Hay un desanclaje de expectativas de inflación? “Hay que evitar que ese riesgo se materialice”
La economista advierte que la incertidumbre política será un factor que afectará el crecimiento del próximo año, a lo que se suma el retiro de los estímulos.
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- ¿Ya estamos en un escenario de desanclaje de expectativas de inflación? Los datos han sorprendido en lo más reciente y hace meses las proyecciones a uno y dos años superan la meta del 3%.
- Si miras las expectativas a tres años, por lo menos de las encuestas, vuelven al 3%, pero a dos años están algo sobre 3%. Tenemos inflaciones altas, que están bastante por sobre la meta y, probablemente, vamos a transitar por un período con inflaciones altas. En eso hay factores de riesgo.
Podemos tener sorpresas con inflaciones altas, y la situación es distinta que cuando partes de inflaciones más cercanas a la meta del 3%. Por lo tanto, hay un riesgo mayor de que eso suceda y eso es muy costoso. Entonces, hay que evitar que ese riesgo se materialice y es un elemento a considerar.
Ahora, la gran sorpresa de septiembre estuvo muy marcada por elementos volátiles, menos en la inflación core, y eso es el vaso medio lleno. Pero están conjugados los elementos que mencioné, con una demanda que está muy boyante, con restricciones por el lado de la producción, porque todavía estas disrupciones que se planteaban como transitorias en todo el mundo se reconocen algo más persistentes y, por lo tanto, con una presión ahí.
- Tanto así, que en la minuta de octubre incluso hablaron de aumentar 150 puntos la tasa.
- Se analizó y claramente ahí la respuesta unánime se inclinó por una decisión que sorprendía algo al mercado, pero no tanto, para dar un mensaje claro, acorde con avanzar algo más rápido en el retiro del estímulo monetario anticipando que la TPM llegue a la neutral antes. Subir más era también razonable, pero pareció más adecuado subir 125 pb. En el IPoM vamos a revisar el escenario hacia adelante
- ¿Cuánta probabilidad de ocurrencia le dan al desanclaje?
- Probablemente, en el IPoM de un mes más vamos a configurar y vamos a poner todos estos riesgos de corto plazo que apuntan en la dirección que conversamos. Y también vamos a aquilatar el riesgo de mediano plazo, que es el impacto que las condiciones financieras puedan tener sobre la inversión. No olviden que la meta del Banco Central es a dos años.
Entonces, estamos muy conscientes de esta inflación y de todas estas presiones, pero también el efecto que va a tener el retiro de los estímulos y la estrechez de las condiciones financieras, las que ponen dificultad no solo al crédito hipotecario, sino que también la toma de decisiones.
- Leyendo entre líneas, todos estos factores apuntan a un sesgo bajista para la proyección de crecimiento de 2022, ¿no?
- Estas condiciones financieras tienen un impacto negativo, pero el IPoM vamos a empezar a trabajarlo y ahí profundizaremos en ello. No es bueno dar señales de ninguna naturaleza, porque no tenemos más antecedentes que lo que hemos comunicado. Lo que sí puedo decir es que obviamente la estrechez de las condiciones financieras algún efecto va a tener, pero hay que ver cómo se conjugan en el marco general.
- ¿El factor político es lo más gravitante hoy en el escenario económico interno?
- En el comunicado hablamos de político-legislativo. En general, lo que está ahí son todos aquellos factores que son locales y que se están naturalmente sobreponiendo a los factores más globales que también están presentes.
Cuando hablamos de factores idiosincráticos nos referimos a todas aquellas cosas que son nuestras, manejadas por nosotros y no externas. Y ahí está todo lo que hemos conversado.
En algún momento fue más importante la pandemia, que ha ido disminuyendo, pero a lo mejor la pandemia sube un poco, pero también están los elementos políticos legislativos de los que hablamos en el comunicado. Están las elecciones, está el proceso institucional que tiene otros beneficios, pero que tiene incertidumbre.
Lo que vemos es que tenemos mayores presiones de demanda que se superponen a una base de fatores globales que apuntan también a presiones inflacionarias, y sobre ello un conjunto de factores de incertidumbre que afectan el tipo de cambio al alza, aumentando esas presiones, y las tasas largas suben, lo que debilita la economía en el mediano plazo. Es un escenario complejo.
- ¿El 2022 enfrentaremos un escenario de estanflación?
- Lo que parece más probable es que vamos a ir a un escenario en que se van a estar retirando estos estímulos. Se está dando un ciclo de políticas que ojalá se hubiese podido evitar, en el cual se estimuló la demanda más de lo necesario y, por lo tanto, el próximo año va a haber que desestimularla, junto con un proceso en el que las tasas de crecimiento van a ser más bajas.
- ¿Eso podría implicar atenuar el ritmo de alzas de tasas?
- La trayectoria posible de tasas no es una sola. Desde hace varios IPoM entregamos un corredor de tasas, porque no hay una única trayectoria de tasas que te lleve al resultado de una inflación que converja a la meta en un periodo de dos años. Lo que hemos hecho es señalar que era necesario adelantar la convergencia a la tasa neutral.